La conexión sorprendente entre vivir cerca de áreas verdes y densidad mineral ósea.
Un estudio reciente, publicado en JAMA Network Open , descubrió que los niños que viven cerca de áreas verdes tienen huesos más fuertes. Estar cerca de la naturaleza durante la infancia es bueno para el desarrollo mental y físico. Este estudio se centró en la densidad mineral ósea de 327 niños, desde su nacimiento hasta los 4-6 años, y encontró que aquellos expuestos a áreas verdes, especialmente con vegetación más alta, tenían una densidad ósea significativamente mayor.
Las áreas verdes se clasificaron como altas (altura de la vegetación > 3 m), bajas (altura de la vegetación ≤ 3 m) y mixtas (combinación de ambas). Las distancias de las áreas verdes desde las residencias de los participantes variaron de un radio de 100 m a 3 km.
Se realizó una evaluación radial de la densidad mineral ósea utilizando ecografía cuantitativa durante consultas de seguimiento.
Los científicos descubrieron que los participantes expuestos con frecuencia a áreas de vegetación alta y mixta dentro de un radio de 500 m de sus hogares tenían una densidad mineral ósea significativamente mayor que aquellos a otras distancias o aquellos que frecuentaban espacios con vegetación diferente.
Además, tener acceso a áreas verdes más grandes con vegetación mixta y alta dentro de un radio de 1 km se asoció significativamente con una menor probabilidad de baja densidad ósea en los niños.
Estos hallazgos destacan la importancia de tener espacios verdes accesibles en áreas urbanas para prevenir fracturas y osteoporosis. ¡Cuidar el entorno puede tener beneficios duraderos para la salud de los niños!
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